Reflujo Silencioso: ¿Qué es el Reflujo Laringofaríngeo?

El LPR (Reflujo Laringofaríngeo), también conocido como reflujo silencioso, es una forma de reflujo que puede afectar a la laringe, la faringe, la boca o vías respiratorias. A diferencia del típico ardor de estómago del reflujo gastroesofágico (ERGE), este tipo de reflujo puede cursar sin ardor, lo que hace que pase desapercibido durante mucho tiempo.

Síntomas frecuentes del LPR:

  • Tos crónica, especialmente al acostarse

  • Sabor amargo en la boca y garganta

  • Dolor o ardor en la garganta

  • Molestias o dolor al tragar

  • Sensación de tener un bulto en la garganta (globo faríngeo)

  • Dificultad para respirar o disfagia

  • Mucosidad persistente o carraspeo frecuente

  • Goteo postnasal

  • Halitosis (mal aliento)

  • Lengua blanca

  • Irritación o inflamación de las cuerdas vocales

  • Ronquera, laringitis o pérdida de voz

  • Síntomas similares al asma

  • Erosiones dentales

  • Otitis media

  • Fibrosis pulmonar (relación menos clara)


Sin el tratamiento adecuado, el reflujo silencioso puede desencadenar una serie de problemas y complicaciones

  • Tos crónica.

  • Dolor crónico de garganta.

  • Inflamación de las cuerdas vocales.

  • Úlceras en los pliegues vocales.

  • Formación de granulomas (masas anormales) en la garganta.

  • Laringitis persistente o recurrente.

  • Trastornos de la cavidad oral (caries, infecciones,...)

  • Incremento en el riesgo de padecer trastornos pulmonares y respiratorios.

  • Agravamiento de la frecuencia y severidad de síntomas en casos de asma, bronquitis y enfisema.

  • Neumonía recurrente.

  • Mayor riesgo de desarrollar cáncer de laringe y esófago.

¿Por qué ocurre? Mecanismos del LPR

Se han propuesto dos mecanismos principales que explican los síntomas respiratorios y laríngeos del reflujo:

1. Reflujo directo

El contenido gástrico asciende no solo al esófago, sino que atraviesa el esfínter esofágico superior, llegando a la garganta, laringe e incluso las vías respiratorias por microaspiraciones. Esta exposición directa puede dañar los tejidos más sensibles.

2. Reflejos vagales o nerviosos

El reflujo, al estimular receptores nerviosos en el esófago, activa reflejos autonómicos que generan tos, broncoconstricción o molestias respiratorias, incluso sin que el ácido llegue físicamente a esas zonas.

Reflujo Silencioso: Un trastorno infradiagnosticado

A menudo, las personas que lo padecen no relacionan sus síntomas con el aparato digestivo, y terminan yendo de un especialista a otro (otorrinos, neumólogos, dentistas) sin una respuesta clara.

Es importante tener en cuenta que:

  • Muchos casos de LPR son multifactoriales

  • La mejoría con tratamientos clásicos antiácidos es variable

  • Se necesita un enfoque integral y personalizado, que incluya alimentación, hábitos y seguimiento médico

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